¿Cómo hacer pequeñas inversiones te ayuda a innovar?

Las ideas innovadoras a veces fracasan (Incluso en empresas como Google y Amazon). Si bien el fracaso es una parte inevitable de la innovación, el fracaso costoso no es una parte necesaria del proceso.

El miedo al fracaso en la innovación

Uno de los mitos en torno a la innovación es que los grandes beneficios (y no solo los económicos, también los sociales y ambientales) requieren que las empresas realicen grandes inversiones en etapas tempranas. De aquí es de donde provienen los casos de negocios extensos e interminables, con muchos supuestos, con malas estimaciones y predicciones. Justificados en la necesidad de tener tanta información como sea posible desde el primer momento antes de poder tomar alguna decisión.

Además, que, al hacer una gran inversión, el fracaso no es una opción. Ya que no solo están en juego el dinero, tiempo y otros recursos, también están poniendo en juego las esperanzas de crecimiento de tu empresa, y en ciertos tipos de culturas, la reputación de quien tomó la decisión. Es por eso por lo que el fracaso es algo inaceptable.

El cambio de mentalidad que debes hacer como líder de la innovación.

Sobre todo, en tiempos de recesión económica, debes dejar de poner todas sus esperanzas en el éxito de una sola gran apuesta. Para encontrar algunas “grandes ideas”, necesitamos hacer pequeñas inversiones en muchas ideas. Piensa como si fuera en un embudo de ventas.

Esas pequeñas inversiones pueden aumentar su valor con el tiempo, pero solo para aquellos equipos de trabajo que están mostrando progreso para encontrar ideas innovadoras potencialmente exitosas. Aquí es donde empieza a cambiar tu mentalidad, de invertir basado en predicciones imprecisas sobre el futuro a invertir sobre evidencia tangible del presente.

El valor de los pequeños fracasos

Cuando empieces a hacer pequeñas inversiones y que tu nivel de inversión aumenta solo cuando hay evidencia de progreso, dejarás de tenerle tanto miedo al fracaso (incluso puede que lo empieces a valorar). Esto se debe a que, si las ideas en las que inviertes fallan, los fracasos serán baratos y rápidos. Además del gran beneficio de la información y el aprendizaje, que se pueden aplicar a otras áreas de la empresa o a otras ideas innovadoras. No sobra mencionar que el impacto en la reputación es menor.

Este cambio de perspectiva sobre el “fracaso”, nos lleva a permitir que nuestros equipos de trabajo experimenten, fracasen, aprendan, prueben otras ideas y estén mucho más cerca de esas anheladas ideas innovadoras que traerán grandes beneficios.

En resumen, pasa de una gran inversión anticipada a múltiples pequeñas inversiones progresivas.

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